Historia
De
la transición de 1892 se pasó al emprendimiento del padre
del fútbol argentino, Watson Hutton, que tomó algunos
de los lineamientos de la organización anterior y fundó,
el 21 de febrero de 1893, la II Argentine Association Football League.
La flamante entidad fue presidida por el propio Watson Hutton, junto
a quien colaboraron dirigentes de diversos clubes. El secretario, Alec
Lamont, de Quilmes, resultó el encargado de redactar el primer
reglamento. También se acentuaba el espíritu permeable
a la participación porteña con la supresión de
la palabra League (Liga) y la autorización para que en las asambleas
se permitiera hablar en castellano.
Ya había una estructura; era el tiempo de la competencia metódica
y organizada. El arranque marcó la supremacía de Lomas,
vencedor en los torneos de 1983/94/95/97/98. En medio de esa hegemonía
de fin de siglo se intercalaron Lomas Academicals ('96), Belgrano ('99)
y English High School (1900).
La difusión del fútbol dio origen a la formación
de clubes sin el halo académico de los precursores. El ciclo
de Alumni se cortó abruptamente con su retiro en las tres primeras
jornadas de 1912 y su consecuente desafiliación. Quilmes fue
el receptor de esa materia prima futbolística tan codiciada y
se encaminó al título de campeón.
La apertura cultivó, a su vez, varios enfrentamientos. Gimnasia
y Esgrima de Buenos Aires, cuya incorporación recibió
el beneplácito de todos por la tenencia de un magnífico
estadio-dejó de jugarse en la Sportiva Argentina-, solicitó
que sus socios no pagasen entrada y exigió parte de la recaudación
en concepto de alquiler.
El petitorio denegado deteminó el alejamiento de Gimnasi y Esgrima,
cuyos pasos siguieron Porteño, Estudiantes de La Plata y varios
clubes de segunda división. Se formó así, en 1912,
la Federación Argentina de Football.
Era la época en que Racing recogió el testimonio de Alumni,
que marcó un ciclo triunfal y logró los títulos
entre 1913 y 1921, con la excepción de 1920, cuando River saltó
al primer escalón.
Los denominados grandes expandían su hegemonía: Racing
repitió en 1925; previamente, San Lorenzo ganó en 1923/24,
e Independiente, en 1922/26, en este último caso en condición
de invicto.
Pero surgieron nuevas controversias en el rechazo de nominaciones al
Consejo Directivo y una serie de desafiliaciones provocaron el nuevo
cisma. Sólo cinco clubes permanecieron en la Asociación
Argentina, mientras que los 15 restantes se agrupaban como Asociación
Amateurs.
La reunificación se concretó en 1927, con el nombre de
Asociación Amateur Argentina de Football. Así pudo enviarse
un seleccionado a los juegos Olímpicos de Amsterdam '28, que,
pese a perder la final con Uruguay, catapultó a nuestro fútbol
al primer plano mundial.
El monopolio de los grandes establecía profundas brechas, al
tiempo que el amateurismo marrón anunciaba la inminente llegada
del profesionalismo. Los clubes fuertes remuneraban a sus jugadores
para que se dedicaran al fútbol con exclusividad o se los conchababa
en empleos en los que sólo firmaban su asistencia.
Los adherentes a la incorporación del dinero fundaron en 1931
la Liga Argentina de Fútbol, en tanto que el resto se mantuvo
en la Asociación Amateur.
La declaración del Profesionalismo fue refrendada por Atlanta,
Boca, Chacarita, Estudiantes de La Plata, Ferro Carril Oeste, Gimnasia,
Lanús, Platense, Racing, San Lorenzo, Talleres y Tigre. A ellos
se agregaron Argentinos, Huracán, Quilmes y Vélez. Y cuando
el alumbramiento del profesinalismo era irrefrenable se incorporaron
Independiente y River, que completaron la nómina de 18 clubes
fundadores.
La definitiva reunificación se produjo en 1934, con el alumbramiento
de la Asociación de Football Argentino. La castellanización
de Football se concretó en 1946.
La nueva casa se instaló en Venezuela 1230 y poco después
pasó a la calle Del Temple (actual Lavalle). Tras varias mudanzas
y luego de ocupar unos cuantos predios, la sede de AFA se estableció
en Viamonte 1366.
El inmueble fue comprado en 1924 por la Asociación Amateur en
120.000 pesos. Así, la propiedad, que era un petit hotel, se
transformó definitivamente en la casa del fútbol argentino